Obama mentiroso... mentiroso

El grito de "mentiroso", que interrumpió al presidente Barack Obama la noche del miércoles durante su discurso sobre salud pública, puede que haya hecho más por la reforma del sistema sanitario que todas las palabras del mandatario.
Por lo pronto, ha ayudado a enfocar la atención en lo ilógico de algunas de las acusaciones contra la reforma que han hecho ciertos políticos y grupos opuestos a la misma y también generó una ola de bipartidismo, cuando líderes de ambos partidos condenaron el exabrupto.
"Creo que esto demuestra el desafortunado hecho de que hay elementos del liderazgo de este país que prefieren perjudicar un debate, crear ansiedad, temor y buscar entorpecer las reformas, en vez de hablar y avanzarlas", señaló Lilian Rodríguez, presidenta de la Federación Hispana, una organización nacional.
El grito desencajado del congresista de Carolina del Sur, Joe Wilson, arañó el silencio durante una pausa en el discurso del Presidente, justo cuando Obama desmentía a los que lo acusan de cubrir a indocumentados en su reforma de salud. "¡Mentiroso!", gritó Wilson. El vídeo, ahora todo un éxito en you tube (puede verse en el blog Politiqueando aquí http://tinyurl.com/l8ks37) muestra cómo Obama, el vicepresidente Joe Biden y la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, vuelven la cara hacia la izquierda. El Presidente apenas se inmuta, y después de declarar "no es cierto", sigue adelante con su discurso.
Ayer, Wilson fue obligado a ofrecer disculpas a la Casa Blanca por el liderazgo de su partido, pero siguió insistiendo en que la propuesta de Obama cubrirá a los "ilegales", un argumento popular entre los conservadores. También ayer, irónicamente, las organizaciones latinas que no están de acuerdo con la postura del Presidente de excluir de la reforma de salud a los indocumentados, defendieron a Obama y criticaron duramente al congresista del grito.

"Está claro que el Presidente le habló al pueblo estadounidense con un discurso adulto, serio, que queda en gran contraste y luce muy favorable respecto a los que gritan y chillan sus mentiras", apuntó Anthony Wright, director de Health Access California, una organización defensora de los consumidores de salud.
Y tal parece que el discurso surtió algún efecto entre quienes lo vieron, ya que la encuesta de CNN reveló un progreso de 14 puntos a favor del plan de salud del Presidente, cuya aprobación pasó del 53% al 67% entre quienes vieron o escucharon el discurso. Una de cada siete personas cambió su opinión después de escuchar a Obama.
No obstante, esto sólo cuenta parte de la historia, ya que sólo 30 millones de estadounidenses vieron el discurso y un discurso similar por el entonces mandatario Bill Clinton para defender sus intenciones de reformar el sistema de salud tuvo un efecto dramático en su momento, para después desplomarse en la politiquería de las discusiones en las cámaras del Congreso.
"Una cosa es convencer a la audiencia, y otra aprobar una ley en el Congreso", dijo Wright.



Pero la reacción calmada de Obama y sus comentarios el día de ayer ("Todos cometemos errores, el congresista ofreció disculpas rápidamente, todos somos estadounidenses y queremos lo mejor para nuestro país"), permitió que el Presidente luciera bien ante las cámaras, como por encima de las discusiones que se han llevado a cabo a pie de calle y sobre todo en los cabildos abiertos o reuniones públicas (town halls) sobre salud.
"Pienso que el grito de Wilson es malo para los republicanos, ya que el discurso tocó el tema de la productividad legislativa y los discursos civilizados, y el grito —junto con la imagen de varios congresistas sosteniendo carteles— hizo que los republicanos lucieran como obstruccionistas. A la larga, podría servir para polarizar o escalar el debate o para darle al Congreso una oportunidad de calmar la candente retórica", dijo Martin Johnson, profesor asociado de ciencias políticas de la Universidad de California en Riverside.

Un efecto político inmediato es el apoyo económico que ha recibido el contrincante demócrata de Wilson en las elecciones legislativas del año que viene: más de medio millón de dólares desde la noche del miércoles hasta la tarde del jueves. Casi 400 mil personas firmaron una carta en la internet en apoyo a la reforma y el Comité Nacional Demócrata recabó más de 1 millón de dólares adicionales para sus comités de elección.
Si este incidente llega a tener impacto en el progreso de la reforma de salud, está por verse. Ayer el Presidente se reunió en la Casa Blanca con los demócratas conservadores que han constituido uno de los principales obstáculos para algunas de las ideas de Obama y que él necesitará para llevar adelante una reforma que parece destinada a tener muy pocos votos republicanos.
Por lo pronto, el discurso parece ir solidificando la idea de que Barack Obama tiene intenciones claras de lograr cambios concretos en el sistema sanitario, como quedó reflejado en la reacción de grupos que anteriormente se han opuesto a reformas del sistema.
Comunicados dados a conocer ayer, tanto por la Asociación Americana de Médicos como por la Asociación de Compañías de Seguro, parecen estar aceptando que el Presidente no dará su brazo a torcer, como lo dijo en el discurso, y que no permitirá que las cosas sigan como hasta ahora.
Ambos documentos comenzaban su redacción de una manera similar: "Sabemos que el statu quo no es aceptable".
Al menos eso parece haber quedado claro.


Fuente: La Opinión