Dieciséis niños quedaron huérfanos luego que su familia fuera asesinada en Nochebuena por un hombre disfrazado de Papá Noel, en California, indicó el sábado el abogado de la familia.
Las autoridades debían todavía identificar formalmente los nueve cuerpos encontrados en los escombros de una casa de Covina, a 37 km al este de Los Angeles (oeste de Estados Unidos), luego de que Bruce Pardo, un ingeniero de 45 años, abriera fuego el miércoles contra su ex esposa y su familia.
Sin embargo, la policía publicó este sábado los nombres de nueve personas desaparecidas que presuntamente serían las víctimas de Pardo.
Los nueve fueron identificados como la ex esposa de Pardo, Sylvia Ortega, sus padres, sus dos hermanos y sus parejas, su hermana y su sobrino adolescente.
El asistente del juez de instrucción de los Angeles, Ed Winter, aseguró el viernes que los cuerpos de las víctimas estaban quemados y por ello no podían ser reconocidos, por lo que pasarían varios días antes de su identificación formal mientras los funcionarios revisan sus registros dentales y de rayos X.
Vestido con un disfraz de Papá Noel, Pardo disparó poco antes de la medianoche a unos 30 invitados en una fiesta navideña, y luego prendió fuego la habitación. El asesino se suicidó a 40 kilómetros de la escena del crimen, según la policía.
Los tres hijos de Ortega estaban presentes durante el ataque pero sobrevivieron, indicó el abogado de la familia Scott Nord a la cadena NBC4.
"Toda la familia fue arrasada", dijo. "Hay unos 16 huérfanos", añadió.
El ataque dejó además tres heridos, entre ellos una niña de 8 años que abrió la puerta a quien creyó era Papá Noel y que recibió una bala en la cara.
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