Los cambios en la dieta de los mexicanos producidos en la última década están provocando un incremento rápido de la obesidad y sobrepeso, y según proyecciones de especialistas del IMSS, en 10 años el 90 por ciento de la población podría padecer estas enfermedades.
La nutrióloga María del Carmen Galván Rodríguez aseguró que esta situación es alarmante y puede generar un aumento en los casos de enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, osteoporosis e infartos al corazón.
Durante la rueda de prensa conjunta, especialistas del Departamento de Nutrición y Dietética de la UMAE “Dr. Antonio Fraga Mouret”, CMN La Raza, señalaron que durante las fiestas decembrinas los mexicanos aumentaron más de tres kilos de peso y de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006 (ENSANUT), uno de cada tres mexicanos padece de sobrepeso u obesidad, lo que nos pone como la segunda nación con más problemas de esa índole en el mundo.
En ese sentido, explicaron que existen más de 4 millones de niños escolares con sobrepeso y obesidad, de entre 5 y 11 años de edad; uno de cada tres adolescentes presenta la misma enfermedad que equivale a más de 5 millones de jóvenes y esta prevalencia aumenta considerablemente en la edad adulta.
“Estamos sufriendo una transición alimentaria y se comen más hamburguesas y otros alimentos de Estados Unidos y hemos dejado nuestra dieta tradicional basada en cereales, maíz y leguminosas para dar paso a la cultura de la comida rápida”, afirmó la nutrióloga Georgina Nanclares Delgado.
Por su parte, la doctora Rosa María Andrade García dijo que “esta transculturización nos está afectando y tomamos conductas de otros países que realmente llevan cierto tipo de alimentación que a nosotros nos está haciendo daño, consumiendo una gran cantidad de energía, proteínas y grasas supersaturadas, pero con poca fibra, vitaminas y minerales”.
Al respecto, el doctor Sergio Gadea Gómez, adscrito al Centro de Actividades Acuáticas de Alto Nivel (CAAAN), comentó que en México es muy común que las personas se fijen como propósito de año nuevo el realizar alguna actividad deportiva, ya sea para mejorar su figura y condición atlética, o bien, para bajar esos kilos de más; situación que se ha vuelto un mito en nuestra cultura porque generalmente no se cumple con dicho objetivo.
No sólo se requiere de la fuerza de voluntad para lograr esa meta, recalcó, sino también debe haber disciplina y compromiso para hacer del ejercicio y la buena alimentación los mejores aliados de la salud, al inicio de año y como una forma de vida. Bajar de peso y hacer ejercicio, como propósito de año nuevo, debe ser algo real y no un mito, añadió.
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