La rata correlona

o la trampita maratónica del señor Madrazo
Después de una derrota humillante en las elecciones presidenciales del 2006 en México, Roberto Madrazo pareció volver a los primeros lugares el 30 de septiembre cuando ganó el maratón para hombres de 55 años en el Maratón de Berlín con un tiempo sorprendente de dos horas, 41 minutos y 12 segundos.

Pudo correr, pero sin necesidad de dejar su reputación manchada por la sospecha. Las autoridades de la carrera anunciaron el lunes que descalificaron a Madrazo porque al parecer tomó un atajo.

En una fotografía tomada cuando cruzó la meta, Madrazo levanta los brazos en señal de victoria. El problema fue que vestía una chamarra con el cuello alzado, una gorra y pantalones deportivos largos, lo que algunos consideraron que era demasiada ropa para alguien que acababa de correr durante casi tres horas en una temperatura de 16 grados Celsius (60 Fahrenheit).

La vestimenta de Madrazo capturó la atención del fotógrafo del maratón Victor Sailer, quien alertó a los organizadores de la carrera de que podrían tener a un tramposo en sus manos.

"Era obvio, en la fotografía todo mundo vestía camisetas y pantalones cortos, y el tipo llevaba una chamarra, una gorra y quién sabe qué más", relató Sailer. "Observé la fotografía y me dije: espera".

En cuanto comenzó la investigación surgieron en México bromas sobre la manera en que los malos manejos atribuidos y probados a políticos mexicanos han llegado hasta el mundo del deporte internacional.

En una estación de taxis en la ciudad de México, los conductores Octavio Elizalde Cerrillo y Roberto Valle Rivera se mofaban el lunes de los problemas de Madrazo. Al igual que muchos mexicanos, vivieron bajo el gobierno hegemónico del Partido Revolucionario Institucional, que a menudo recurrió al fraude para ganar comicios y generó así una desconfianza profunda de los mexicanos en los políticos. Madrazo pertenece a ese partido, conocido como el PRI.

"Si es tramposo para una cosa, es tramposo para todas las cosas", comentó Valle Rivera, de 44 años.

"Si yo tengo la maña (manía) de robar, voy a robar aquí, voy a robar en Estados Unidos, voy a robar en Europa, voy a robar en todo el mundo", dijo Elizalde Cerrillo, de 41, con una sonrisa que sugería satisfacción por el cumplimiento de su aseveración.

Los organizadores del Maratón de Berlín descubrieron que el dispositivo electrónico que registraba el tiempo y la trayectoria de Madrazo no mostró su paso por los puestos de control en los kilómetros 25 y 30.

De acuerdo con el dispositivo, Madrazo corrió 15 kilómetros en solamente 21 minutos _ con una velocidad que ningún humano puede alcanzar, señaló el director de la carrera Mark Milde. "Ni siquiera quien posee la marca mundial puede correr tan rápido".

La marca mundial en 15 kilómetros es de 41 minutos y 29 segundos, y corresponde al keniano Felix Limo.

La reputación de Madrazo en su país ya estaba maltrecha. En 1996, la Procuraduría General de la República confirmó las versiones de que rebasó en decenas de millones de dólares el límite permitido por la ley cuando ganó en 1994 la gubernatura del estado de Tabasco.

Mientras era investigado por esa acusación, Madrazo dijo a la policía que había sido secuestrado durante siete horas, golpeado y amenazado de muerte por desconocidos. La policía nunca pudo encontrar evidencias del secuestro, y en medios de comunicación apareció la versión de que sólo trataba de atraer compasión.

Durante la campaña presidencial del 2006, Madrazo fue objeto de una ofensiva intensa de sus detractores. Muros y postes fueron cubiertos por carteles que rezaban: "¿Tú le crees a Madrazo? Yo tampoco".

En junio, Madrazo corrió el Maratón de San Diego en 3 horas, 44 minutos y seis segundos _ una hora más que en Berlín, señaló el periódico mexicano Reforma. La oficina de Madrazo no respondió llamados telefónicos de The Associated Press.

Milde, el director del Maratón de Berlín, consideró que Madrazo pudo haber tratado de dejar la carrera y luego tomar un atajo para llegar a las cercanías de la meta. "No sé si esa fue su intención, o accidental: Trato de creer en la buena fe de las personas", expresó Milde. Pero observó que su teoría parece venirse abajo con la imagen triunfante de Madrazo en la fotografía.

Alrededor de 32.500 competidores terminaron la carrera en Berlín y unas 40 personas son descalificadas cada año, refirió Milde.