Michael y Iana Straw compartían una fuerte afición por los video juegos y ese fanatismo se les fue de las manos, colocando en serio peligro la vida de sus hijos de 22 y 11 meses de edad.
Trabajadores sociales de la ciudad de Reno, Nevada, encontraron a ambos niños a muy mal traer y casi muertos de hambre (literalmente), no porque en su casa no hubiese comida, sino porque sus padres estaban más preocupados de jugar Dungeons & Dragons que de alimentarlos. El niño de 22 meses debió ser hospitalizado debido a la falta de alimentación, una infección genital y al hecho de que apenas podía caminar debido a a su pobre desarrollo muscular. Por su parte la niña de 11 meses de edad estaba deshidratada, tenía una infección en la boca, la piel reseca y pesaba sólo 4,5 kilos.
Los “Padres del Año”, de 25 y 23 años de edad, admitieron su negligencia y ahora enfrentan una pena máxima de hasta 12 años de prisión. El padre es un cajero desempleado y la madre realizaba trabajo temporal en una bodega. De todos modos, a él no le faltaba el dinero, porque había recibido una herencia de 50.000 dólares que en parte gastó en equipo computacional y una pantalla de plasma.
Fuente: Fayerwayer
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